Voltar para Quem somos

Quienes somos (en español)

Sao Paulo, junio de 2014

 

UN INSTRUMENTO DE LUCHA Y ORGANIZACIÓN DE LA CLASE TRABAJADORA CONTRIBUYENDO ACTIVAMENTE EN LA REORGANIZACIÓN DEL MOVIMIENTO SINDICAL EN EL BRASIL

 

Somos parte, fruto y herederos de los que sobrevivieron y lucharon contra la dictadura burgo-militar que perduró por más de dos décadas en Brasil, somos parte de aquellos que se pusieron en movimiento y organizaron clandestinamente las posiciones sindicales a finales de la década de los 70, somos parte del gran movimiento de la clase que con huelgas generales intensas y extensas se enfrentaron al Capital, a su gobierno militar y a los amarillos que intervenían en los sindicatos en este período.

Somos parte de los millares que con su organización a partir de la base crearon las condiciones para la construcción de la Central Única de los Trabajadores (CUT), que nace fruto de las intensas luchas realizadas en el Brasil a finales de la década de los 70, inicios de los 80, una central que nace con la clase y no sólo en su nombre. Independiente en relación a los patrones y gobiernos, autónoma en relación con los partidos, combatiendo la estructura sindical subordinada al Estado y con un compromiso estratégico de luchar para, más allá de las reivindicaciones de la clase en sus necesidades inmediatas, construir las condiciones para una lucha más vasta, la lucha por una sociedad socialista.

En la década de los 90 la CUT camina hacia al pacto con el Capital:

La subordinación de la Central Única de los Trabajadores al Capital y su Estado no data solo de la llegada del PT a la presidencia de la República en 2003, fue un proceso gestado durante toda la década de los 90, en que el Partido de los Trabajadores utilizó a la CUT como principal laboratorio para la experiencia de la conciliación de clases.

Con el gobierno Collor (90/92), la CUT es llamada a la construcción de un pacto social que posibilite al Capital garantizar salidas a su crisis a partir de políticas en las que los trabajadores serían llamados nuevamente al sacrificio en nombre “de la represa del crecimiento económico”, o sea, a través del aumento de la explotación de la fuerza de trabajo. Y en este mismo período se da la experiencia de la Câmara Setorial, acuerdo tripartito gestado en el estado de Sao Paulo, que comprende las industrias del sector automovilístico, Sindicato de Trabajadores, entre los cuales el Sindicato dos Metalúrgicos de São Bernardo do Campo/SP es el principal protagonista de este acuerdo, con la mediación del Estado.

Con el pretexto de evitar despidos, el empresariado consiguió implementar nuevas formas de organización de la producción, que posibilitaron el aumento de la producción, atacando la jornada y los derechos de los trabajadores. 

Pero hubo quien dijo NO AL PACTO: Los Sindicatos dos Metalúrgicos de Campinas, Limeira y São José dos Campos no aceptaron la Câmara Setorial, y poco tiempo tras la creación de la Câmara, se constató que los despidos continuaron donde el acuerdo fue aceptado. En 1994 la Central fue llamada más de una vez al pacto, con el gobierno de Fernando Henrique Cardoso, y aceptó una de las peores reformas de la jubilación, atacando este derecho, acordando el cambio de criterio para su garantía, estableciéndose a partir de entonces la regla en el tiempo de cotización, en vez de en el tiempo trabajado.

En esta década una parte significativa de sindicatos ligados a la dirección mayoritaria de la CUT aceptará acuerdos de flexibilización de la jornada de trabajo, con la introducción del banco de horas y la reducción de los salarios. Al mismo tiempo que se realizaban acuerdos de este tipo, los espacios de decisión dentro de la Central van haciéndose cada vez más burocratizados, transformándose tan solo en espacios de representación y distanciándose cada vez más la base de los procesos decisorios dentro de la CUT.

En 2003 se consolida la transformación del instrumento en su contrario: lo que nació como clase, ahora trabaja contra ella:

La “Carta al pueblo brasileño” en que el PT divulga su programa en las elecciones de 2002 es la síntesis del proceso de concertación de clases que tiene a la CUT como uno de los principales instrumentos de ejecución. Así se presentaba el PT como “maduro” para la burguesía nacional e internacional y capaz de gestionar la máquina del Estado y los intereses del gran Capital. 

Ya en el primer año de gobierno, Lula llama a todos los gobernadores y lanza su propuesta de reforma de la seguridad social, con la forma de un discurso contra los privilegios de la máquina del Estado y el contenido de un ataque a la jubilación de los servidores públicos que atienden directamente a la población trabajadora (profesores, funcionarios de la seguridad social, técnicos de las áreas de salud, educación, saneamiento, etc.).

La CUT intenta reformar la Reforma, y en vísperas de la votación del proyecto en el Congreso Nacional se sitúa contra la propuesta, sin organizarse ni unirse a la huelga de la función pública. Después de esto, son varios los momentos en que la Central hará de portavoz de los intereses del capital junto al gobierno: en la salida de la crisis de 2008/2009, ampliando los acuerdos de reducción salarial y de derechos. En 2011, junto con las federaciones patronales, lanza la propuesta “Brasil Maior” cuyo eje son más medidas del gobierno para reducir la “carga tributaria” de las empresas.

En 2006, los que no se rendían al pacto con el Capital y no buscaban el reconocimiento del Estado para continuar su lucha, comienzan a construir la Intersindical:

En junio de 2006, decenas de sindicatos, oposiciones sindicales y colectivos rompen con la Central Única dos Trabalhadores y deciden construir un nuevo instrumento que retome el proceso de organización y lucha abandonado por la CUT. Romper con la CUT no significó romper con centenas de sindicatos que, aunque seguían afiliados a la Central, no aceptaban su rendición al capital.

Así nace la Intersindical-instrumento de lucha y organización de la clase trabajadora, que tiene como principios fundamentales: la independencia en relación al Capital y su Estado, autonomía en relación a los partidos políticos, teniendo la organización por la base como instrumento fundamental para la lucha de clases.

Dentro de las principales acciones se encuentran la solidaridad activa e internacional de la clase trabajadora, la formación política como herramienta potenciadora de la lucha y la no sumisión al reconocimiento del Estado a nuestra Organización.

Defendemos la organización de los trabajadores sindicalmente en una Central que rompa con el corporativismo impuesto por el Estado, que nos divide en categorías, una Central que contribuya al salto cualitativo desde la clase en sí a la clase para sí, pero eso no se dará por la autoproclamación, como han intentado varias organizaciones de izquierda en el país, que a lo largo de estos años optaron por pedir al Estado la solución de los problemas de la clase trabajadora. Así fueron creadas en los últimos 7 años decenas de nuevas centrales, cargadas con los viejos errores del pasado reciente, y una parte significativa de ellas, ya reconocida por el Estado, se mantiene a costa del impuesto sindical heredado del gobierno Getúlio Vargas, que enganchó la estructura sindical al estado para contener la lucha de clases.

Y la CUT, que nació como clase trabajadora combatiendo la intervención del estado y enfrentándose al Capital, es hoy una de las principales centrales sindicales de colaboración de clases.

Por tanto, la Intersindical es una organización sindical nacional, presente en todas las regiones del Brasil, coherente con el proceso histórico de las organizaciones que forman parte de ella y que han contribuido decisivamente en el proceso de reorganización del movimiento sindical brasileño.

Basta ya de lo mismo. Aprender de los errores del pasado, avanzar sin autoproclamaciones para contribuir decisivamente a la reconstrucción del movimiento sindical por la base y de enfrentamiento directo con el Capital:

Somos metalúrgicos, operarios textiles, zapateros, empleados de banca, profesores, funcionarios públicos, trabajadores de la radio, que tienen como centro de su acción la lucha directa donde el proceso de explotación y opresión del Capital tiene lugar: en los centros de trabajo. Además de no aceptar ningún acuerdo patronal en el que se reduzcan derechos y salarios, los sindicatos de la Intersindical han conseguido mantener y ampliar derechos en varios sectores.

En el ramo metalúrgico, entre los sindicatos bajo nuestra dirección y las oposiciones sindicales que organizamos ya somos unos 200 mil obreros en el Brasil. En el estado de Sao Paulo, fruto de la lucha de más de dos décadas de los sindicatos de la Intersindical, los metalúrgicos tienen el convenio colectivo que más ha avanzado en derechos, como la cláusula que garantiza estabilidad en el empleo hasta la jubilación para los trabajadores víctimas de accidentes o dolencias causadas por el trabajo y que hayan dejado secuelas permanentes. 

Más que una perspectiva o un horizonte estratégico, para la Intersindical es una tarea imprescindible, en el actual ciclo histórico que vivimos en el Brasil, materializar las acciones de enfrentamiento contra el Capital y su Estado en la lucha por el socialismo.

Por tanto, en cada acción directa de enfrentamiento contra el Capital en los centros de trabajo, en cada avance que conseguimos en las movilizaciones, que aún se concentran en el nivel de las categorías, acumulamos la fuerza necesaria para el enfrentamiento del conjunto de la clase trabajadora contra la sociedad del Capital, y caminamos así con paso firme para la necesaria sociedad en la que el fruto del trabajo sea socializado por y entre aquellos que lo producen, una sociedad socialista.

Junio 2014

 

www.intersindical.org.br

www.facebook.com/intersindical.org.br